El pasado fin de semana se celebró en Málaga un encuentro formativo y de discernimiento para nuestros aspirantes a Salesianos Cooperadores. Paralelamente fue también un encuentro formativo para administradores, formadores, encuentro Pin de Plata (25 años de promesa) y de músicos (CamprockBosco)
Belén Nieto y Agustín González Corpas, futuros herman@s cooperadores, han querido compartir con todos nosotros sus experiencia ese fin de semana. Gracias Agustín y Belén!! Esto es motivo de alegría y verdadero acicate para nuestro centro.
La Asociación de Salesianos Cooperadores está muy viva!!
Encontrándote, encontrándome en el encuentro
Prisas, agobios, fechas de entregas, quedadas, amigos/as, familia, encargos, trabajo, historias,…. Así de liada llegaba mi cabeza al encuentro de aspirantes. Si lo sé, no era la mejor forma para ir por primera vez a uno de ellos. Pero puedo decir que, desde el primer momento, en mi cabeza solo quedo lo importante: Dios, que por medio de María Auxiliadora y Don Bosco me volvía a poner en camino. “El de arriba” siempre busca la manera de encontrarnos, de que no nos desviemos del sendero, y nos encontremos con nosotros mismos y con las personas que sienten y viven igual que nosotros.
No os voy a negar que en un primer momento, cuando llegue al Seminario/hotel de lujo, me encontré un poco desubicada. Todos o casi todos os conocíais de otros encuentros. La sensación duró 2 minutos, en seguida empecé a ver como me sentía en familia, en familia salesiana, como en mi propia casa. Como volvía a encontrarme a mi misma, me encontraba con esa niña que pisaba un colegio salesiano con 2 años y medio y que se despedía de su madre dándole la mano a una monja salesiana. Así comenzó la noche del viernes, con una dinámica para conocernos a todos o casi todos los participantes: pin de plata, administradores, formadores y aspirantes. Encuentras caras conocidas como la hermana de una monja que me dio clase en el colegio, otras como los pines de plata que te cuentan su experiencia y te animan en el largo camino, los formadores que dedican su tiempo personal a formarnos en los grupos, y los que nos llevan las cuentas, … Una forma muy “salesiana” de conocer a la gente, recordándome a los campamentos de “Nuevos Horizontes”( los ADS para los más jóvenes).
El sábado estuvo marcado por el sentido de pertenencia a esta gran familia y por la invitación a salir de nuestra zona de confort. En esta ponencia Juan Martín nos recordó la alegría de hacerlo todo con pasión y manifestarnos por la felicidad, desde nuestro interior.
Pepa nos despertó a la hora de la siesta… haciéndonos reflexionar sobre nuestra vocación de aspirantes, es curioso ver cómo da igual que seamos de la península, de las islas, de la misma provincia, de otra provincia,… los aspirantes sentimos las mismas incertidumbres en este camino que comenzamos a recorrer.
Para finalizar la tarde realizamos preguntas a los distintos grupos y me gustaría destacar la respuesta de una pin de plata a mi pregunta: “ ¿Qué te ha hecho mantener la ilusión?” Me dijo que su grupo de siempre en el que se animaban unos a otros cuando uno de descarriaba un poco.
Llegó por fin, la noche y la hora de descansar, pero eso en una familia salesiana no se entiende mucho. Trabajo, trabajo y trabajo como decía Don Bosco.¡¡¡La velada salesiana!!! Todo seguidor de Don Bosco debe reunir algunas características: el amor a Jesús Sacramentado, a María Auxiliadora, la Alegría siempre y no tener timidez (vergüenza)para disfrazarte… bailar el tetris como formador, ganar al juego de la botella, cantar por Nino Bravo o medir la cantidad justa de Sal. Una noche muy especial en la que reímos hasta no poder más. Mil gracias a los organizadores.
El domingo las familias nos presentaron su experiencia en el Campobosco familiar y sintiendo envidia sana por todo lo que disfrutaron con su familia de los lugares salesianos. ¿¿¿CAMPROCKBOSCO??, si si una manera de liarla muy especial que nos recordó muchas de las canciones que todos hemos cantado a lo largo de nuestra vida en el colegio, muchas sensaciones olvidadas y letras cargadas de sentimiento. Cantar es un Don de Dios que solo algunos poseen. Gracias por compartirlo. Por último, la Eucaristía, el momento más importante de encuentro. con el Señor. Todas las ponencias, personas, experiencias, canciones, …vividas en los dos últimos días se hicieron presente y cobraron sentido cuando compartimos la Eucaristía todos juntos. Sientes ese sentido de permanencia del que nos hablaron el primer día, un grupo de locos por Dios que por medio de su vida, sus trabajos y su discurrir por el mundo llevan a Don Bosco y María Auxiliadora presentes siempre.
Belén Nieto (Aspirante Salesiana Cooperadora)
Nuestro encuentro
Doscientos kilómetros separaban Utrera de Málaga, de Nuestra Señora del Carmen a la Casa de Espiritualidad Diocesana. Tras un intenso viaje llegábamos hacia las ocho de la tarde a nuestro esperado destino. Una vez recibidos los protocolarios saludos y la instalación en nuestras respectivas habitaciones nos disponíamos a ir a cenar.
Comida excelente elaborada de la forma más casera posible, todo adornado por un gran y moderno comedor repleto de mesas y sillas para albergar a más de doscientos comensales que iban a pasar por allí durante el fin de semana.
Tras la degustación de la cena, tuvo lugar la presentación oficial del encuentro donde nos reuniremos de viernes a domingo; aspirantes, formadores, pin de plata, administradores y la nueva modalidad para Salesianos enamorados por la música, CamprockBosco.
La breve jornada terminó con una dinámica en gran grupo realizada con el único propósito de interaccionar entre nosotros para ir descubriendo que más allá de la edad y la forma de pensar de cada uno, todos formamos parte de una misma familia.
Como se acostumbra en este tipo de encuentros, nos levantamos temprano para acudir a la oración de la mañana, desayuno y comienzo de nuestras respectivas formaciones; el trabajo comienza.
Dos horas de formación en nuestros respectivos grupos dentro del encuentro para tomar el primer contacto con la realidad que se nos presenta en la actualidad y al terminar un breve descanso donde encontramos el precioso enclave donde la Casa Diocesana está situada, a la vera de una montaña repleta de árboles junto al Seminario Mayor y Menor, y desde la terraza que nos propiciaba estas maravillosas vistas solo había que permanecer en silencio y admirar la belleza que Cristo ha querido mostrarnos en este encuentro. Además para no desaprovechar el lugar, se realizaron en ese instante las distintas fotos de los grupos que formábamos el encuentro, aspirantes, pin de plata, formadores, administradores y CamprockBosco.
La jornada transcurría con intensidad debido a charlas donde una persona o grupo de personas presentaban el tema que se iba a abordar para ayudar a completar nuestra formación.
El día no podía acabar sin uno de los puntos más fuertes del fin de semana, la celebración de la palabra, donde todos reunidos abrían su corazón para compartir en comunidad la profundidad de su alma para sus hermanos y Dios por medio de ruegos, peticiones y canciones.
Tras este emotivo momento de recogimiento, pasamos a cenar y a disfrutar de una velada con el sello más característico y divertido, donde confluyeron actuaciones musicales, bailes y hasta un romancero gaditano, todo inmerso en la más profunda gracia y saber estar que solo estas veladas con el toque Salesiano pueden dar, es mejor poder vivirlo y disfrutarlo que contarlo porque unas simples palabras nunca estarán a la altura de las situaciones que se viven, pero al fin y al cabo como nos gusta decir con orgullo, ha sido una verdadera velada Salesiana.
Y con el corazón encogido por la tristeza de saber que el momento de finalizar todo llega, buenas noches y a dormir que mañana ya es el último día.
El domingo por la mañana nos dirigimos al Colegio Salesiano en una breve excursión para disfrutar de un concierto organizado por nuestros compañeros del CamprockBosco. Las notas y melodías fluyen como si una vida de ensayos llevarán y no tres días mal contados. Al finalizar nos dirigimos a la preciosa Iglesia con la que el colegio cuenta y tenemos la misa de despedida también acompañados por los acordes de nuestros compañeros del encuentro musical.
La experiencia termina, se intuye la vuelta a casa pero no es igual a como llegamos, el fin de semana ha sido intenso pero las pilas del alma se encuentran recargadas y la amistad y sentido de pertenencia rebosa en nuestros corazones. Todo para demostrar que Jesús, Don Bosco y María Auxiliadora están más vivos que nunca porque cada uno los lleva en el corazón y eso solo puede significar una cosa, la asociación está viva y se mueve, para pasar de ser una simple asociación a convertirse en una verdadera familia con Carisma Salesiano para experimentar nuestro lema del año #SALalmundo.
Agustín González Corpas (Aspirante Salesiano Cooperador)